Entre los más profanos en pintura, el nombre de Wassily Kandinsky quizás no sea tan conocido como el de Vincent Van Gogh. Sin embargo, aunque seas uno de ellos, sí que habrás oído hablar de la pintura abstracta, una forma de arte en la que, sobre el lienzo, se representa una realidad bien distinta a la natural.
Durante muchos años, Wassily Kandinsky fue considerado erróneamente el padre del arte abstracto, un movimiento que forma parte de las vanguardias artísticas. Ese error, no obstante, no resta mérito a este ruso nacionalizado alemán y francés que renunció a un futuro en la docencia para dedicarse a su auténtica pasión: la pintura.
Wassily Kandinsky: vida entre Rusia, Alemania y Francia
Kandinsky era hijo de una familia rusa de clase media-alta, y su niñez y su juventud estuvieron a caballo entre Moscú y Odesa.
Aunque hoy día se le reconoce como uno de los máximos exponentes del arte abstracto, lo cierto es que en 1886 comenzó estudios de Derecho y Ciencias Económicas en la Universidad de Moscú, un ámbito que nada tenía que ver con la pintura.
Sin embargo, en 1896, su inclinación natural hacia el arte le hizo renunciar a una plaza de docente en la Universidad de Tartu (Estonia) para centrarse en la pintura. En esta decisión tuvo mucho que ver una exposición que tuvo lugar por entonces en Moscú, en la que pudo presenciar, entre otras, las obras impresionistas de Claude Monet.
Tras su renuncia al puesto de docente, Kandinsky se trasladó a Munich con intención de entrar en la Academia de Arte. No consiguió su deseo a la primera, por lo que durante un tiempo estuvo aprendiendo por sí mismo, hasta que fue admitido en el año 1900.
En 1911, siendo ya un pintor claramente abstracto (valga el oxímoron), fundó junto a Franz Marc Der Blaue Reiter (El jinete azul), un grupo de pintores expresionistas alemanes que organizó varias exposiciones en Munich y en Berlín. Por desgracia, el estallido de la Primera Guerra Mundial, en 1914, disolvió el grupo, ya que varios de sus integrantes fallecieron en el frente durante la contienda.
Por su parte, Kandinsky, que corrió mejor suerte que sus compañeros, regresó a Moscú cuando comenzó la guerra, aunque sus ideas artísticas, no muy afines al materialismo argumentativo soviético, lo condujeron de vuelta a Alemania en 1922, a Weimar, donde se dedicó a impartir clases en la Escuela de Bauhaus hasta 1933.
Finalmente, el auge del nacionalsocialismo de Adolf Hitler y la presión de su censura hicieron a Kandinsky abandonar Alemania para instalarse a las afueras de París (Neuilly-sur-Seine), donde moriría más tarde, en 1944.
El arte abstracto y Wassily Kandinsky
Desde el comienzo de su carrera artística, Kandinsky sintió especial atracción por el color. Sus primeras obras constan de rasgos impresionistas y fauvistas, pero, gracias a sus constantes experimentos, terminó abrazando por completo la abstracción en el año 1910.
El propio Kandinsky reconoció que la naturaleza es de por sí insuperable, por lo que no vale la pena realizar una burda imitación de ella. Según su teoría artística, la pintura debía centrarse en expresar las emociones y las ideas mediante la riqueza cromática y la simplificación de las formas, siendo el objeto algo secundario e incluso nocivo en la obra.
Aparte del color, los elementos decorativos eslavos y las formas geométricas fueron muy importantes en sus obras abstractas, sobre todo el ángulo, las líneas rectas, el semicírculo y el círculo (una de sus formas predilectas).
Como dijimos al principio de este post, se le consideró durante mucho tiempo el padre del arte abstracto debido a la publicación en 1911 del libro De lo espiritual en el arte, donde funda la teoría del movimiento abstracto y define una nueva forma de arte.
Sin embargo, se ha demostrado que hubo otros artistas que realizaron obras abstractas hacia finales del siglo XIX, como la pintora sueca Hilma af Klint, que pintó cuadros abstractos cinco años antes de la aparición del libro de Kandinsky. La razón de que estas obras no se descubrieran antes es que dicha autora nunca participó en exposiciones, y en su testamento expresó su deseo de que sus pinturas no fueran mostradas al público hasta al menos veinte años después de su muerte (en 1944, casualmente el mismo año que Kandinsky).
Sea como fuere, el pensamiento del pintor ruso-germano-francés supuso un punto de inflexión en la historia del arte, y sentó las bases artísticas que inspirarían a otros reconocidos pintores como Dalí, Miró y Pollock.
Cuadros más famosos de Wassily Kandinsky
Casas en Murnau (1909)
Aunque esta obra data casi del año a partir del que Kandinsky se dedicó por completo a la abstracción, forma parte de sus cuadros expresionistas. La intensidad del color, rasgo distintivo del pintor, se aprecia en los tonos amarillos y azules del cuadro, y la deformación de las líneas refleja ese distanciamiento con respecto a la realidad.
Pintura con Troika (1911)
Los trazos de este cuadro también expresionista dan una sensación de movimiento al conjunto, donde se aprecian diferentes formas humanas, de izquierda a derecha: un jinete sobre un carro tirado por caballos (la troika) y un grupo formado por militares ante lo que parece un monte lleno de lápidas.
¿Qué quiso representar Kandinsky con este cuadro? Posiblemente, la cercanía de la Primera Guerra Mundial, fruto de las diferentes tensiones crecientes entre las potencias europeas.
Composición IV (1911)
Composición IV no solo es de las obras más famosas de Kandinsky, sino también uno de los cuadros más famosos de la historia. A medio camino entre el expresionismo y la pintura abstracta, tiene el carácter sinestésico tan apreciado por Kandinsky: la unión de la música con la pintura a través de la asociación de sonidos con colores y estados de ánimo. ¿Qué te sugiere a ti esta obra, de las más conocidas de Kandinsky?
¿Cómo pintar un cuadro de Kandinsky?
Llegados a este punto, y hablando de Kandinsky y el arte abstracto, te proponemos que te abstraigas del pensamiento de que no sabes pintar un cuadro.
Tal vez lo hayas intentado alguna vez, pero, simplemente, no contabas con el método adecuado. Y con “método” nos referimos a una guía, una técnica que sirva para imitar a la perfección una de las obras del pintor ruso. Todo por la satisfacción de comprobar que realmente has podido pintarlo con tus propias manos, además de disfrutar de una actividad relajante (y más económica que una escapada de fin de semana).
Ese método es el sistema de pintar por números que te ofrecemos en Canvas by Numbers, una técnica que consiste en dividir el lienzo en zonas numeradas sobre las que luego aplicar el color indicado. De esta forma, podrás pintar el cuadro aunque no tengas ninguna experiencia con los pinceles.
¿Qué recibirás en casa para pintar?
Con tu pedido recibirás un kit con todo lo necesario para crear una obra de arte:
- El lienzo numerado y en blanco con el cuadro de Kandinsky que hayas decidido pintar.
- Una fotografía del cuadro terminado, a modo de inspiración.
- Un set de pinturas acrílicas inocuas.
- Pinceles de varios tamaños.
- Las instrucciones para pintar el cuadro siguiendo los números indicados en las zonas del lienzo.
En definitiva, lo único que tienes que poner de tu parte son las ganas de descubrir tu vena de artista, de disfrutar del proceso y de presumir del resultado.
Elige aquí el cuadro de Kandinsky que te gustaría pintar ¡y manos a la obra!